domingo, 29 de diciembre de 2013

Análisis de 'La traición de las imágenes'

La traición de las imágenes (1929)
La traición de las imágenes (La trahison des images en francés) es una de las numerosas varaciones sobre el tema de la pipa pintadas por René Magritte entre 1928 (año del Uso de la palabra) y 1966 (cuando pinta Los dos misterios).

En las primeras versiones, la imagen es más simple, con la pipa pintada ante un fondo uniforme, acompañada del rótulo en cursiva Ceci n'est pas une pipe, «esto no es una pipa», como muestra la imagen de la izquierda. Las siguientes tienen en general a aumentar los elementos de la ficción representativa, haciendo que la piapa proyecte una sombra o colocándola dentro de un marco pintado y haciendo de manera que el humo del tabaco pase por delante de ella, o pintándola como suspendida delante de un plano de madera con vetas.

Pero no hay ilusión que dure: la pipa se obstina en no se obstina en no ser una pipa, lo cual confiere al sistema de Magritte una dimensión adicional, añadiendo a la contestación pasional de la imagen pintada la contestación premeditada del lenguaje. Una contestación que parte de una reflexión muy simple: «¿Quién se atrevería a mantener que la representación de una pipa es una pipa? ¿Quién podría fumar en la pipa de mi cuadro? Nadie. Por lo tanto no es una pipa», diría el propio Magritte sobre su obra.

Sin embargo, una vez que la idea se ha transformado en imagen, las cosas se complican. Según Suzi Gabli,, en este cuadro el pintor belga «nombra lo que no necesita ser nombrado (porque es ya familiar) y lo hace negando que sea lo que es. Aunque la imagen y el texto están evidentemente correlacionados, es difícil decir si la afirmación del texto es verdadera o falsa. No es una contradicción ni una tautología, ni una verdad necesaria, pues nada puede ser una pipa y una no pipa».